jueves, 31 de marzo de 2016

28 de marzo de 2016

No sé muy bien ni como empezar a escribir esta entrada, es más me gustaría no haberla escrito jamás, pero las cosas no siempre son como deberían ser o como nos gustan.

Hace 3 días fuímos al veterinario con Enzo porque le notamos unos bultos considerables en la zona del cuello. Una vez allí y tras las exploraciones necesarias nos dieron la peor de las noticias que podían darnos, Enzo tiene un linfoma (es el cáncer  de los linfocitos, el linfocito es un tipo de glóbulo blanco. Se encargan de la producción de anticuerpos y de la destrucción de células anormales). 
 Trás el duro golpe nos ponemos en marcha, nuestro veterinario nos recomienda una clínica en Valencia en la que trabaja un oncólogo que nos puede orientar y explicar todo con detalles. 
Al día siguiente ponemos rumbo a Valencia para la consulta con el doctor. Una vez allí nos explican las posibilidades que tenemos y también nos dejan claro que no hay cura para su enfermedad, si decidimos no tratarlo con la quimioterapia la esperanza de vida es de un mes, pero si decidimos realizar el tratamiento en el mejor de los casos puede estar un 1 año o como mucho 2 con una buena calidad de vida. 
Nos explican también que la quimioterapia en animales no es como en las personas, ya que no tiene casi efectos secundarios, solamente un 5-10% padece vómitos o diarreas que por regla general desaparecen en un día o dos. 


A nosotras entre otras cosas lo que más nos preocupa es que no tenga dolores ni sufra, por lo que tras asegurarnos que no tiene dolor ninguno ( ya que aparte nosotras lo vemos tal cual es, tal vez un poco más cansadito de lo normal, pero no mal), decidimos que vamos a realizarle el tratamiento con la ayuda de nuestro veterinario.

Desde el lunes que todo empezó, Enzo está siendo tratado con prednisona a diario, y hoy 31/03/16 comienza con la quimio. 

Estamos asustadas, dolidas, con ansiedades, con mil preguntas que no entendemos y con mil  cosas en la cabeza , pero con la esperanza de que el tratamiento funcione, que él esté bien y podamos disfrutarlo un tiempo más. No tenemos fechas (ni queremos ponerlas), si todo va bien y asimila el tratamiento correctamente puede estar con nosotros un año o tal vez algo más, pero si las cosas no van como deberían y lo vemos pasarlo mal o que no funciona podemos interrumpirlo en cualquier momento.

Y hasta aquí cuento por hoy, es mi forma de sacar un poco lo que tengo dentro, me hace bien escribirlo y qué mejor forma de compartirlo.

Vamos mi guerrero tú puedes, siempre has sido muy fuerte y ahora más. Estamos contigo, te queremos aquí. 


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